¡¡Comienza el reto!!

Después de las presentaciones, llega el momento de contar el reto, y de comenzarlo.

Nuestro reto consiste en pintar una mini cada dos semanas, y presentarla en el blog. Ya hemos comenzado, esta misma semana, y vamos a contar que minis hemos elegido y por qué.

Las fotos son las de la página oficial, para que veais un ejemplo de pintado. Cuando terminemos con ellas, también os las mostraremos.

La primera miniatura en ser pintada.

Zhuf A Zharr. Magi Rashaar.

Empezando, empezando... pues con el lider!! ya que los demás seguirán su senda, y así experimento un poco de todo.

Una mini muy chula, bien acabada y con todos los detalles y rasgos muy bien marcados.

Yggdrasil. Barnabotti Mujer. 

Desde el primer momento sabia que quería pintar esta miniatura en tonos morados, y como ya había pintado muchas otras miniaturas con el mismo esquema, sabia que me iba a encontrar cómodo pintándola. Había que empezar con buen pie nuestra aventura por Venecia, y para ser sinceros, estoy muy contento con el resultado.

Elfo Gris. Loco del Ospedale. 

Miré las minis del starter, las monté, y ya que estaba la imprimé a todas con uniforme gris de Army Painter( ¿por qué? pues porque es el gris de imprimación que tenía por casa, no por otra cosa). Bueno, me gusta mirar las minis más a fondo ya imprimadas para que se les pueda captar mejor los detalles, así que elegí cual sería la primera, cual sería el conejillo de indias para volver a ponerme a pintar después de bastante tiempo de inactividad y estaba claro, el loco de pie, por la sencilla razón que era el que menos me gustaba de todas las minis del Starter.

Elmasmalo. Habitante de Venecia. 

 Estaba claro que el reto tendría que empezar suave, así que me decidí por uno de los "mindundis" del starter, para empezar a practicar con la piel y tomarle la medida a estas miniaturas, además de que no quería estropear una de las que más me gustaban ya que estaba un poco "oxidado" con los pinceles.

El Gremio. Una historia de Ignatius Maloccio (elmasmalo)

Como cada último miércoles de cada mes, el antiguo matadero bullía de actividad. La reunión mensual del Gremio estaba a punto de comenzar. No era tan lujoso como el ayuntamiento de la ciudad, pero desde luego, cada sesión plenaria del Gremio era mucho más decisiva para la marcha de Venecia que cualquiera de los actos teatrales de los peleles en los cargos.

La reunión discurrió por los cauces habituales hasta que se llegó al momento más escabroso de la noche.

-          - Compañeros del Gremio, un nuevo problema va a llegar a la ciudad. Este problema tiene nombres y apellidos, y se llama Aquille Mancini. Nos llegan informes de que se ha reunido con un contacto de los pomposos Patricios y que va a empezar a trabajar para ellos. Es un solo hombre, pero puede ser peligroso. Como siempre, es mejor erradicar el problema antes de que se produzca.

-          - Yo me encargo.

Una voz grave había llegado desde las últimas filas formadas por los asistentes a la reunión. Súbitamente, un pasillo se formó desde el estrado al origen de la voz.

-          - No será un problema en ningún momento, os lo aseguro.

Aunque nadie le veía el rostro, todo el mundo sabía que se trataba de Ignatius Maloccio, el asesino más eficaz del Gremio, y el más temido por sus enemigos.

El cónclave entero estalló de júbilo y la reunión se dio por finalizada, con la seguridad de que ningún problema perturbaría más al Gremio.

¿Por qué el Gremio?

De primeras, de las 4 “cajas de inicio”, es la que más me atrajo. La miniatura del carnicero me encanta, y ese “asesino” enseguida me recordó a cierto videojuego que no voy a nombrar por aquello del copyright.

Luego ya, leyendo el trasfondo, me decidí por completo. El Gremio es el poder en las sombras, el titiritero que mueve los hilos en Venecia. Vamos, me encantó y me lancé a por la facción antes de que ningún Patricio o Sapo Rashaar me la arrebatara.

Sobre el esquema de pintado, mi idea es grises y verdes, intentando hacerlos apagados, aunque con el asesino posiblemente cambie el esquema a grises y rojos, por aquello que se parezca a Altair y sus amigos.

El Ospedale Gris del Doctor Jarrrr (Elfo Gris)

Me obligan bajo amenaza de internarme en la celda más profunda y someterme a los más oscuros tratamientos a escribir el por qué me deje captar por la facción del Ospedale; la verdad que cuesta trascribir mis pensamientos aquí bajo estas ataduras que limitan mis movimientos.

Empecemos por el principio, la verdad que era muy posible dejarse influenciar por la facción de los Patricios, sus elegantes ropajes, el misterio de sus máscaras, el porte que les dota sus sombreros de picos, pero no, no me deje seducir por la riqueza material, aspiraba a mas, a dominar la magia, las personas, la mente humana que nos domina a todos.
Bueno, volviendo al mundo real, elegí esta facción, la del Ospedale, por varios motivos, uno, me atrajo enormemente el poder tener una miniatura de Frankenstein, y sobre todo por ese Doctor de La Peste, visto en numerosas ocasiones y que no he visto en ninguna otra casa de miniaturas; otra, lo siento, pero eso de la magia y sobre todo la Alquimia era un caramelo muy goloso, o mejor dicho un interesante liquido burbujeante en una redoma trasparente cerrada, y que naturalmente dice "ábreme"; vale, también porque me encanta poder lanzar cosas en medio de las miniaturas y ver lo que pasa, y no muchas veces es beneficioso para el que escribe. Otro motivo, el reproducir esas tenebrosas películas de ambiente opresivo en donde vemos al maniaco luchar más contra el mismo que contra el ambiente que le rodea, por ejemplo me viene a la mente el siervo de la película Drácula de Coppola. Por último, y el motivo tal vez más profesional, uno es enfermero y eso de sumergirse en el lado prohibido de la curación humana en este mundo de fantasía, me parecía curioso.
Bueno, os dejo que ya que me he liado a esto y ya que las he montado, será cuestión de buscar los pinceles, las pinturas y las tintas, para empezar con este proyecto en el que nos hemos embarcado.

La venganza de Aquille Mancinni. Yggdrasil y sus Patricios

Finalmente la noche cayó sobre Venecia, era hora de salir de su escondite e ir al encuentro de Giuseppe Orsinni. Se enfundó su vestimenta, negra, como lo era aquella noche, negra, como su alma, negra, como lo había sido desde hacía siete meses, dos semanas, cuatro días y aquella noche.

         Desde el mismo momento en el que aquellos exaltados entraran en su villa de Campania, mataran a su madre, a su padre, violaran a su mujer delante de sus hijos para finalmente colgarlos en el patio.....

         Pero aquellos desalmados cometieron tres errores, el primero, cruzarse en la vida de Aquille Mancinni, el segundo, no asegurarse de que la cuerda que estrangulaba su cuello cumpliera su función y el tercero, dejar pistas de su camino desde Campania hasta Venecia.

         Ahora Aquille Mancinni, tiene que hacer honor al lema de su casa: "Nemo me impune lacessit", nadie me hiere sin castigo. Y vaya si lo hará, por fin ha localizado a esa chusma, campa a sus anchas por Venecia, o lo que queda de ella. Y que mejor lugar para entregarse a una orgia de sangre y sed de venganza  que una ciudad en ruinas en un mundo en ruinas.....

         Ahora toda la ciudad es su coto de caza, desde el campanario de San Marco, hasta el puente de Rialto, pasando por el palacio Ducal, Santa María de la Salud y la iglesia del Redentor....

         Pero son muchos más que él los peligros que acechan tras las esquinas y se esconden en la oscuridad, de modo que esta noche se encontrara con los autodenominados Patricios, facción que le proporcionara los recursos suficientes para llevar a cabo su venganza......

         Ya es la hora y Giuseppe se acerca entre las sombras escoltado por la guardia de la ciudad.

¿Por qué los patricios?

                Cuando me plantearon este reto, fue una de las facciones que se me dio a elegir. Tras un vistazo rápido a todas las demás, no tarde mucho tiempo en darme cuenta de que tenía que hacerme con los Patricios.

                Lo primero que me llamó la atención de ellos fue su estética, como no. No sabía si eran buenos o malos en el juego, pero cuando vi esos trajes y vestidos clásicos, sentí unas irrefrenables ganas de pintarlos. Esa cantidad de detalles, tales como mascaras, ornamentos, botones..... La guardia de la ciudad me gustó desde el primer momento.

                Luego, leyendo un poco sobre su trasfondo, me terminaron de gustar aun más, esa lucha casi a la desesperada por conservar sus riquezas, posesiones, privilegios, y estilo de vida en un mundo que sin orden  y en ruinas se va al garete.

                ¿Que más se puede pedir? Una facción que rezuma clase, estilo y tiene el dinero suficiente como para reconstruir Venecia mil veces, simplemente inmejorable, merece estar en un lugar de honor en este "Carnaval Atalayo".